¿"LAY FUNG" EN PALACIO?

¿"Lay Fung" en Palacio?

La juramentación de Alan García como presidente por segunda vez fue precedida de un episodio que conmovió a la opinión pública. Un perro rottweiller, llamado "Lay Fung", arremetió contra un hombre que iba a robar, quien se desangró hasta morir, víctima de los feroces mordiscos. Poco o nada se dijo acerca de quién murió de esta bárbara manera. Nadie mencionó el nombre de la persona que, a juicio de lo que oíamos y leíamos, no merecía trato de ser humano. Pero todos hablaron del perro, clamando por su vida, elogiando su coraje, y avalando la muerte del delincuente.

¿Fue este hecho un presagio de lo que iba a ser el tema más importante en la gestión de estos 180 días de gobierno del doctor Alan García? El síndrome Lay Fung parece haberse instalado en Palacio de Gobierno ya que el Presidente persiste hasta hoy en su terca campaña a favor de la pena de muerte. Él sabe que siembra en terreno fértil. No es inocente; utiliza un recurso de gran rentabilidad política, de muy bajo costo y, por cierto, nada novedoso. En países con delincuencia creciente, donde el abuso sexual a menores de edad en las propias familias es de dimensiones desgarradoras, donde no hay presencia de autoridad policial en las calles, en el que el Poder Judicial es incapaz de sancionar eficazmente los delitos, con una pobrísima inversión en la prevención de la violencia intrafamiliar y sexual y de la delincuencia común; en sociedades en las que existe una gran percepción de inseguridad y sentimiento de desamparo en la gente, hacerse adalid de la pena más dura produce rápidamente dividendos, pero no soluciona los graves problemas de orfandad que padecen los más pobres.

Cómodo recurso el de la pena de muerte para un político que se resiste a gobernar y se empeña en seducir. Seducir es fácil, y ya nos demostró García con creces que es ducho en ese efímero arte. Gobernar es otra cosa, significa tomarse los problemas de fondo de las personas y del país en serio. Gobernar es liderar la reforma judicial para que las personas accedan a la justicia, particularmente las más pobres y discriminadas. Gobernar es tomar el toro por las astas en la reforma de la seguridad ciudadana y de la Policía Nacional. Gobernar es convocar a todos los sectores del Ejecutivo concernidos y concertar con los gobiernos regionales y municipales, a una gran campaña de prevención de la violencia familiar y sexual. Gobernar es aumentar sustantivamente el presupuesto que el Ministerio de la Mujer le dedica al Programa contra la Violencia Familiar y Sexual. Gobernar es enfrentar con inteligencia los remanentes del terrorismo, sicarios del narcotráfico, que matan sin piedad a nuestros policías.

Lástima, en el Perú, el ejercicio del buen gobierno ha sido reemplazado por la máxima autoridad del Estado por una exaltada e inútil campaña a favor de la pena de muerte. No hay cambio responsable, solo la patética conexión con una sociedad comprensiblemente ávida de castigo, sedienta de orden, que vive a la intemperie.

 

Susan Villarán

PRUEBA DOCENTE, MIEDOS A PRUEBA, MALA EDUCACIÓN Y ¿REFORMA?

MALA EDUCACIÓN, MIEDOS A PRUEBA, ¿REFORMA?

Contra viento y marea por fin hoy se llevará acabo la evaluación docente. Una prueba que provoca más resistencia, temores y angustias por parte de la dirigencia sindical del SUTEP que la recordada prueba final de año o mejor conocida como "la quinta nota" que se le tomaba a los escolares allá por los 80s. y que generaba un malestar y ansiedad en la mayoría de ellos (los nostálgicos guardarán gratos recuerdos y no tan gratos como estos también).

Pero a que se debe esa desmesurada resistencia del SUTEP a rendir esa prueba, que dicho sea de paso no es nada del otro mundo - comprensión de lectura, razonamiento matemático y verbal, conocimientos curriculares y de pedagogía- y más bien se puede decir de ella que es sencilla y cualquier ciudadano debería estar en capacidad de resolverla sin problema. Es que ahí está el asunto, es tan deplorable el nivel profesional y académico por no decir intelectual (que es ya mucho pedir) de buena parte de los maestros del Perú que ni siquiera se sienten en capacidad de resolver esa prueba elemental.

Tampoco quiero hacer leña con los maestros peruanos, cuya labor demanda cierto coraje y vocación en muchos de ellos. Pero el principal culpable del pésimo estado en que se encuentra la educación peruana es el Estado, que a través de diferentes gobiernos a desatendido el sector educativo tratándolo despectivamente y hasta con desprecio. Basta ver como cuando se asume un nuevo gobierno el ministerio de educación y la comisión de educación del congreso son considerados de segunda, sin importancia, como premio consuelo por los políticos de turno.

Claro como los estudiantes no tienen ese poder, por lo menos eventual, de los adultos de votar en las elecciones son considerados ciudadanos de segunda. ¿Que les importa al Presidente de turno, o al Ministro de Educación de turno, o a los congresistas que deberían impulsar el sector? Absolutamente nada, "total si ellos no deciden, sólo son niños o adolescentes, cuando voten ya me preocuparé que les ofrezco" dirán. O cuando aparece un ministro con voluntad de generar un cambio, como Lynch, la desidia y cobardía del presidente – Alejandro Toledo- echa todo por la borda.

¿Cómo es que se permitió caer tan bajo el nivel educativo? Pero es consciente la población del pésimo, calamitoso, trágico estado de la educación peruana. Me animo a decir que no. La mayoría de padres de familia desconoce, esta desinformada o no ha profundizado en el tema. Creen que el asunto pasa por más presupuesto y más infraestructura, que son necesarios ciertamente pero no suficientes, o están mas preocupados de la pequeña corruptela en el sector educativo, o piensan que con más disciplina para sus hijos y una actualización para los profesores la solución esta a la vuelta de la esquina. FALSO, ERROR. Cuando leo una reciente encuesta que sólo el 41% de los padres de familia cree que la educación de sus hijos es mala o muy mala, me pregunto en que mundo de fantasía vivimos o mejor dicho viven esas personas. Acaso no se dan cuenta que los están estafando?, que están condenando a sus hijos a perpetuar su pobreza?, que cuando ellos sean adultos serán incapaces de obtener un buen empleo y por ende un buen ingreso?. NO SABEN, quizá porque ellos recibieron la misma pésima educación.

Ahora bien, lo cierto es que esta prueba, como muchas de las decisiones del Ejecutivo – más precisamente del Presidente de la República- fue producto de un arrebato. Sí, de la noche a la mañana a García se le ocurrió que había que tomarles una prueba a los docentes, pero no aparecía esta iniciativa como parte de un programa o de un proyecto más de fondo. Una reforma de la educación es un trabajo de largo aliento, y debería ejecutarse todo un plan de reforma como el propuesto por el Consejo Nacional de Educación, ahí están los estudios, ahí están las directrices, los programas. La voluntad política de asumir el proyecto era lo que faltaba, y espero que con el anuncio presidencia de hacer suyo ese proyecto del Consejo se tomen las cosas con seriedad t verdadera voluntad de cambio.

Ahora bien, sobre los resultados de la prueba docente ,cuando se den, van a doler pero esa es la realidad y es peor esconderla bajo la alfombra. Con suerte a lo mucho sólo un tercio de los profesores aprobará ese examen, y vaya que estoy siendo generoso con el pronóstico que me animo a lanzar. Que hacer después, es evidente que con una mera actualización de conocimientos las cosas no se solucionan. A los profesores que están mal capacitados, porque han recibido una pésima formación en esos institutos pedagógicos -que son especialistas en lucrar y estafar, y que el Estado permitió s proliferación- hay que exigirles una nueva capacitación, pero proporcionarles las facilidades del caso y contando con el aporte de las mejores universidades. Y claro, a los maestros que ni con actualización ni con capacitación y un periodo de prueba adecuado, rindan lo suficiente hay que separarlos del magisterio. Si no tienen el nivel para enseñar deben dejar de hacerlo, así de simple. Claro que ese costo político ¿quien se atreverá a asumir?. El tema da para más y de seguro comentaré mas adelante, por lo pronto "ya puse en el papel" o "en blanco y negro" algunas cosas que quería decir y vaya que pasaron muchos días desde la última vez. Si tienes alguna posición que coincida o no con la mía, eso es lo de menos, aquí tienes esta ventana para opinar y expresar lo que piensas.