Castañeda a San Marcos: "Yo ordeno, yo dispongo"

La obra vial, por la cual se genera toda la protesta, tiene un origen ilegal. No se respetaron las instancias y los precedimientos normales.
Los estudiantes de San Marcos tienen todo el derecho de protestar por una obra que cercena 28 000 m2 de terreno de la universidad, privándoles de áreas verdes y que los sometería a la contaminación sonora del ruido de los autos, buses y combis.

La obra que amplía a 11 carriles la vía es de muy dudosa rentabilidad social. Sus beneficios no cuentan con un respaldo técnico que sustente la necesidad de dicha ampliación. Es más, la pista que se amplía a tantos carriles es solo para un corto tramo que comprende la extensión de la universidad para luego angostarse. (ver foto)

Tengo la sensación que el alcalde Castañeda, cuya gestión desapruebo, esta empecinado en hacer obras sin importarle la efectividad y el beneficio social que estas pueden generar. Esto debido a su ya demostrada incapacidad para gestionar y solucionar los verdaderos problemas de la ciudad.

Se puede decir que Castañeda ya dejo de ser alcalde para convertirse desde hace tiempo en el primer candidato que hace oficial su deseo de ser Presidente de la República. Y en ese afán, se ha potenciado su ya conocida y cuestionada manera de hacer las cosas con prepotencia, sin consultar a nadie, sin recibir opiniones y menos contradicciones. Basta escuchar a los regidores de la municipalidad.

Lo peor de todo es que ese tipo de alcalde es el que tiene apoyo de la población. El alcalde que hace obra, no importa que no solucione ningún problema sustancial de la ciudad. Si siembra cemento, hace pistas, ampliaciones, inunda de concreto y cemento la ciudad, porque eso es lo que le gusta a la gente, y Castañeda lo sabe. Miren la tremenda como inmerecida aprobación que tiene de casi 80%.

Pero lo repito y lo sustento cuantas veces sea necesario: Castañeda es un mal alcalde y un mal gerente. Un incapaz de solucionar uno sólo de los prinicipales problemas de la ciudad. A ello hay que sumarle la corrupción de los procesos de licitación de su gestión. Como presidente no me imagino a un sembrador de cemento sino a un estadista y visionario y usted señor Castañeda esta a años luz de ese ideal.

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