HUMALA...DURO DE MATAR

Desde hace un mes más o menos, a partir de la encuesta de mediados de Enero que encumbraba en el primer lugar a Ollanta Humala, el candidato nacionalista fue objeto de un acucioso ojo observador e inquisidor de su pasado militar. Los desmedidos afanes y luchas internas por conformar su lista de candidatos al congreso evidenciaron los graves problemas de organización, si esta existe, en su partido.
Pero las denuncias de violaciones a los derechos humanos que se le imputan, y sobre las cuales es necesaria una seria investigación, hicieron pensar a muchos que era inminente su desplome o en todo caso que se iniciaba desde ahora su descenso pronunciado en las preferencias. Pero nada de esto ha ocurrido, al parecer el voto humalista es el mas duro de todos los candidatos, es decir gran parte de los que votarían por Humala no cambiarían su decisión para elegir a otro candidato. Esto ya se mencionaba en una anterior encuesta donde se preguntaba el grado de fidelidad de los votantes hacia el candidato Y los humalistas que estaban decididos a no cambiar su voto eran el 18%.
También hay que agregar que los últimos datos recabados por las encuestas recogen información de los medios rurales, y la encuestadora DATUM muestra además un crecimiento de Humala y de Lourdes aunque una brecha entre ellos reducida de solo 5%. Entonces se puede estar dando el efecto de que al haber una mayor cobertura de zonas alejadas rurales que usualmente no se toman en cuenta esto favorezca a Humala. Pero está claro que el apoyo hacia el candidato Humala, salvo en Lima, no se ha visto mermado significativamente, es lo que algunos llaman el efecto teflón.
Así las cosas, si se mantienen como están, lo cual sobre todo en el Perú suponerlo es demasiado aventurarse, serían dos candidatos antagónicos y de características muy disímiles los que pasarían a la segunda vuelta. Ocasión que daría lugar a movimientos contorsionistas de ambos para tratar de convencer a esa gran masa de electores que no se sentirían acordes con dichas candidaturas. Pero como faltan aún 50 días y la volubilidad electoral aquí es tan peruana como el pisco, sería extraño que el escenario puede cambiar?.