ACCIDENTES DE TRANSPORTE e INDOLENCIA de AUTORIDADES

En la semana que pasó el territorio peruano fue protagonista de diversos movimientos telúricos. Pero si bien estos llegan a causar temores en la población, las noticias de los accidentes de tránsito deben haber causado a más de uno terror. Los titulares y los noticieros mostraban las cifras de muertos a diario: 24 en Arequipa el jueves, al día siguiente 8 en Ayacucho y después 15 en Ancash. Siendo estos “accidentes” los más sonados porque sin duda han habido otros que no llamaron tanto la atención de los medios por ser “menos sangrientos”.

La situación del sistema de transporte en el Perú no es mala, ni siquiera pésima, es calamitosa. Los datos que muestra el reciente informe de la Defensoría del Pueblo son tremendos: 4 000 muertes al año y 40 000 víctimas de accidentes de tránsito. Pero no es necesario leer dicho informe para saber el grave estado en que se encuentra el transporte, son continuos los accidentes y ya se han vuelto parte del paisaje urbano y nacional.

Así como también es usual la indiferencia de las autoridades y su incapacidad para resolver el problema. Ni el gobierno, a través del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, ni la las autoridades subnacionales como la Municipalidad de Lima parecen tener la mínima voluntad de mejorar la situación. En el Ministerio dicen que constituir un plan nacional tomaría dos años, osea habrá que esperar cientos o miles de muertes más para empezar a aplicar correctivos.

Desde el año 2000 hasta la fecha han muerto más de 20 000 personas en accidentes de tránsito. Las cifras del horror se han ido incrementando con el paso de los años. Este año 2006 las muertes por accidentes tanto de transporte urbano como interprovincial han superado considerablemente las precedentes. Y sin embargo el interés de las autoridades parece moverse en sentido inversamente contrario: “a más muertes menos interés”.

Pero a que se debe tanta desidia, tanta inacción por parte del gobierno y las autoridades competentes. Intento ensayar una respuesta, ¿será porque ellos acostumbran pisar aeropuertos y no terminales terrestres’, ¿o porque para movilizarse en la ciudad usan autos particulares y no cousters o combis como la gran mayoría de la población? ¿o porque los accidentes de transporte son un problema de los pobres y a ellos no les afecta?.

No se entiende como puede estar tan desatendido este tema. Parece no haber ningún estimulo para que reciba la debida atención de las autoridades competentes. Propongo una medida de urgencia: que se supriman los viajes aéreos de ministros y congresistas, que a partir de hoy sólo usen buses interprovinciales para transportarse por el territorio peruano, si es posible en buses camión y con un solo chofer. Y para movilizarse en la ciudad que no usen autos del Estado ni particulares, ni siquiera taxi, que tomen su couster o su combi y para trayectos cortos propongo que usen mototaxis.

Seguro que con esta medida de urgencia la indiferencia y la indolencia del gobierno y las demás autoridades se termina y empiezan a resolver el asunto. Si no es así, sabemos que muchas veces los políticos actúan irracionalmente o siguiendo una lógica sospechosa, la población al menos tendría un premio consuelo. Podríamos en el noticiero de la noche o en los diarios en la mañana tener titulares como: “mueren dos ministros, combi que los transportaba fue embestida por un camión”, o este otro: “Bus interprovincial cae a abismo, murieron 15 congresistas y tres ministros”.
Será que tenemos que esperar a tener semejantes titulares noticiosos para recién abordar el tema y ejecutar un plan verdadero para solucionar el desastroso estado del transporte en el Perú.?.