política actualidad opinión denuncia quinto poder

21.11.06

PERDEDORES, CONFORMISTAS Y NECIOS


MUERTE ANUNCIADA, PEQUEÑAS VICTORIAS Y DURO REVÉS

Después de la jornada electoral y teniendo los resultados prácticamente definitivos es necesario hacer un balance sobre lo acontecido en el panorama político nacional.

Hace tan sólo menos de 6 meses aparecía Olanta Humala como una fuerza demoledora ganando en 15 regiones, muchas de ellas con un triunfo abrumador y contundente. El domingo, al no haber obtenido ninguna presidencia regional, se confirmó lo provisorio, endeble y fugaz que resultaba la figura política de Humala y su “partido”, que como el decía con orgullo fue capaz de levantarlo en 8 meses. Pues con esa misma rapidez con que lo formó también lo diluyó y va camino a desaparecer.

Sin embargo, aunque el desempeño del partido nacionalista fue nulo, este ya se venía venir pues se entendía que su emerger político como su movimiento carecía de bases sólidas para asegurar una existencia y una presencia mínima en el escenario nacional. Sus sonadas victorias en el sur y centro rural ahora sólo son parte de la historia.

Pero si buscamos al gran perdedor de estas elecciones sin duda ese es el APRA. De tener 12 presidencial regionales en las pasadas elecciones del 2002 ahora tan sólo tiene aseguradas dos regiones (La Libertad y Piura). El sólido norte del que se ufanan los compañeros apristas les ha sido categóricamente adverso, incluso han perdido la alcaldía de Trujillo, bastión aprista por excelencia y cuna de Víctor Raúl Haya de la Torre (fundador del APRA). Esta ultima derrota sin duda debe ser la más dolorosa en el seno aprista.

Tenemos entonces que de las 25 regiones los llamados independientes se alzaron con el triunfo en 21 de estas. Los partidos políticos nacionales brillaron por su ausencia y no pudieron luchar de igual a igual con los caudillismos regionales y locales. El resultado inevitable es una mayor fragmentación política al tener un sin numero de movimientos localistas cuya diversidad, necesidades y motivaciones podrían significar un gran dolor de cabeza para el gobierno central.

Sobre lo acontecido en Lima la victoria de Castañeda estaba descontada. Lo llamativo puede ser la gran cantidad de victorias de Unidad Nacional en las alcaldías distritales, con 28 hasta este momento (el 67% de alcaldías de la provincia de Lima). Sobre esta gran victoria hay dos cosas que comentar:
1)Primero que la llamada Alianza Electoral Unidad Nacional de alianza tiene poco o nada. Puesto que el PPC, supuestamente el mayor de ese conjunto, como partido no tiene representación y los lazos que unen ese “alianza” están prácticamente rotos. La victoria ha sido única y exclusivamente de Luis Castañeda y su agrupación Solidaridad Nacional, y ahora como vencedor tendrá juego propio y para nada vinculaciones con esta endeble alianza.

2)Si bien en Lima la victoria de Unidad Nacional fue abrumadora. Sigue siendo consuelo de tontos porque a nivel nacional la presencia de Unidad Nacional es nula. Fuera de Lima el partido de Lourdes Flores no existe, constituyéndose, en la practica, únicamente como un movimiento local de los tantos que abundan en el Perú.

Luego de hacer la necesaria mención de lo ocurrido en Lima vemos que ninguno de los principales partidos que disputaron las elecciones presidenciales en abril 2006 y que se alzaron con los primeros lugares (APRA, UPP-PN, Unidad Nacional) han logrado una presencia significativa a nivel regional y provincial. Esto sólo es una señal más, de las muchas que el electorado viene dando, sobre su disconformidad con las agrupaciones políticas tradicionales y con la democracia que estan traen.

Ante el sombrío panorama que representan los partidos políticos de “alcance nacional”, principalmente el APRA (que en realidad viene a ser el único partido político que merece dicha denominación) urge una reforma total de su estructura partidaria y de sus cuadros y militantes. No entienden acaso que se están disparando a los pies y que sus “triunfos” forzados por las circunstancias o meramente locales no sólo afectan al país sino también a sus propios movimientos políticos, que a la larga van camino a no representar más que a una cúpula y una corte de seguidores interesados más no al ciudadano peruano. El divorcio entre los partidos y los electores esta a la vista si no lo quieren ver se viene tiempos peores, no esperen a que aparezca otro outsaider, esta vez sí antisistema y radical que hará ver a Ollata Humala como un conservador tradicional.

1 Comentarios:

Blogger Alditus dijo...

un buen comenatrio sobre este tema en http://aldomariategui.blogspot.com/

8:52 p. m.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal